22 Noviembre 2009.

El pueblo de Méjico, uno de los más maravillosos y queridos del mundo, tiene derecho a avanzar libremente por el camino que él decida y si éste fuera el de llevarle hacia la unidad iberoamericana, tendrá que proveerse de líderes y mandatarios capaces de emprenderlo para conseguirlo. Nuestro Méjico es la segunda economía de Iberoamérica y si desea guiar mancomunada y soberanamente este continente americano tan inmenso, con el resto de naciones y pueblos que lo integran desde el Cabo de Hornos hasta el Río Grande, tiene que cambiar de dirigentes muy diferentes de los que ha tenido hasta ahora.

La unión de los pueblos iberoamericanos necesita a la nación mejicana como una de sus columnas vertebrales más sólidas y consistentes, para obtener el sitio relevante que le corresponde en el mundo por grandeza a todos los niveles y título propio. Méjico: la comunidad iberoamericana espera mucho de ti para conseguir todo ello.

Crtisoldeltiempo.

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