10 Junio 2010.

Rusia siempre ha sido a lo largo de su Historia una nación de segunda, salvo su periodo stalinista que defendió con valor y a muerte sus recursos naturales de la rapiña emprendida por los magnates financieros de U.S.A. demostrando entonces su clase primera; no es coherente que con su poder militar tan grande heredado, por falta de arrojo no consiga ser una potencia económica más fuerte que le daría el paso por sí sola a equilibrar el mundo e instalar su hegemonía.

Todos sabemos que está débil pero también lo está y mucho su enemiga U.S.A., su amiga y rica Europa solo tiene la carencia de un ejército y las divisiones de turno que le provoca U.S.A., y es ahora cuando con una dosis alta de coraje Rusia tendría que aprovechar la oportunidad única de pasar a la ofensiva tal vez con el apoyo económico-financiero de Alemania. Decenas de naciones y pueblos de todo el planeta esperan aliarse con Rusia para derrotar ya definitivamente a la arrogante, agresiva, colonial, empobrecida y decadente U.S.A., pero les está fallando por su herencia genética indolente, insegura,  pasiva y temerosa.

Se acaba de formar el eje Turquía-Siria-Irán, apoyado con mucho dinero no nacionalsionista y con cierta tecnología ruso-china; pero ahora no estamos en 1945, donde Rusia obtuvo su más grande victoria gracias a la sabiduría de su mandatario, sino en 2010 donde, si no se compromete clara y fielmente con él desde el principio, el eje tendrá dificultades para ganar. Conocemos que Rusia es la aliada militar de Alemania frente a U.S.A. y ésa su aliada económica y por ello ambas tienen mucha precaución para definirse con dicho eje al menos ahora, pero no tendrán otro remedio ni solución de hacerlo cuando a U.S.A. regrese de forma inevitable de nuevo el poder más ultraconservador republicano: el nacionalsionista a su Gobierno.

 Crisoldeltiempo.