El sufrido pueblo norteamericano de U.S.A. tras el gobierno de unos incapaces está sumamente empobrecido, especialmente sus clases más bajas, al tener que pagar todos los costes de la política absolutamente bélica y errónea, que emprendieron a la ligera unos personajes ignorantes de todo lo que se les venía encima, ya no por comenzarla en contra de todo el mundo sino por perderla. Los costes directos, los militares propiamente dichos, de las guerras de Afganistán e Irak ascienden al día 31 de diciembre del año 2.012 a 1,65 de billones de euros a los que hay que sumar 1,85 billones de euros de costes indirectos, principalmente de comunicación e imagen, concesiones políticas y económicas, compra de servicios de Estados extranjeros y medidas de presión y neutralización a Estados hostiles o adversos.
Esta política de guerra se diseña para ser corta en el tiempo, algo más de un año, y principalmente para obtener todos los beneficios de explotación de los recursos petrolíferos del norte de Irak, ya que los del sur de este país los explota el Reino Unido, y tener abastecida toda la demanda interna norteamericana de U.S.A. durante años, aligerando la dependencia cuantiosa del suministro del petróleo de los paises proveedores y sobre todo originando el abaratamiento del precio del mismo, que es lo quería el partido demócrata de U.S.A.; pero sucede todo lo contrario: la eternización de la guerra, la dependencia todavía cuantiosa del suministro del petróleo -aunque sí la reduce pero mucho menos de lo que se calculó- y la elevación desorbitada del precio del mismo.
Consecuencia económica directa para USA: enriquecimiento grandioso de las compañías petrolíferas y de los capitales ligados al precio del petróleo por especulación, con el aumento cierto de ingresos vía impuestos para el Estado, y empobrecimiento y descontento de todo el consumo interno que deriva en la crisis actual, mucho más profunda que si solo fuera económica, que a ese Estado ya le está costando para salvarla 5,8 billones de euros que ha entregado a los Bancos; superando con creces los 1,3 billones de euros que obtiene anualmente por los impuestos del carburante.
Por tanto, hay más de 9,3 billones de euros que el pueblo norteamericano de U.S.A. ha recibido y va recibir de menos por la vía de los presupuestos para atender a todas sus necesidades tanto sociales como estructurales, sabiendo que el dinero de sus impuestos no va a revertir a él porque ha sido destinado a financiar las guerras y la reflotación de la crisis económica consecuencia directa de las mismas, mientras la tasa de miseria ya asciende al 22 por ciento (15,1 por ciento según la encuesta oficial anual de 2010), 80 millones de personas carecen de cobertura social sanitaria digna alguna, 60 millones de personas tienen una ayuda alimentaria mínima y 30 millones de trabajadores está en paro.
Crisoldeltiempo.
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