27 Noviembre 2012.
El nacionalsionismo de U.S.A. y Reino Unido, destructor de su monstruo nacionalsocialista alemán que creara para conquistar la Rusia de Stalin, establece una de las contra ofensivas subversivo-terroristas más importantes de su historia para neutralizar la quinta columna de la Unión Soviética en Europa y toda oposición al nuevo sistema político-económico que impone en la misma. Tras la Segunda Guerra Mundial, la CIA y los servicios secretos del Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica e Italia dirigen desde la O.T.A.N. las más grandes operaciones terroristas para neutralizar y eliminar toda oposión antisistema venida principalmente de la izquierda marxista y comunista europea. Fue el ejército de la retaguardia de U.S.A. que utilizando el terrorismo encubierto combatió a las fuerzas antisistema que surgieron en todos los paises de Europa Occidental y que integró en sus filas a milicias paramilitares, elementos del crimen organizado, agentes provocadores y agitadores de masas y unidades militares ultrasecretas.
La “estrategia de tensión” fue diseñada para representar como terroristas y saboteadores a grupos políticos de izquierda en el viejo continente dominado, atemorizando a la población para que votara por gobiernos autoritarios con el fin de erradicar cualquier forma de progreso social, económico, jurídico, cultural, intelectual y político que fuera democráticamente a cuestionar el sistema impuesto por U.S.A. desde el otro lado del Atlántico.
Desaparecida la Unión Soviética, el nacionalsionismo de U.S.A. tiene la oportunidad clara de ir a por Rusia sin guerra mundial alguna tras las dos anteriores y crea la marca Al Qaeda para colaborar en conseguirlo, bajo el mismo patrón de la marca que creara para luchar contra los antisistema e izquierdistas en Europa Occidental. Así el terrorismo de U.S.A. sirve de excusa para ir a por Chechenia, Afghanistán, Irak, Paquistán, Libano y Siria y para después ahogar a Irán y conquistar toda el Asia Central y el Sur de Rusia.