Hosni Mubarak, la marioneta de U.S.A. en Egipto, tuvo que ser sacrificado para conquistar militarmente Libia con el riesgo que suponía la consecución del poder político del país egipcio por los Hermanos Musulmanes a manos del nacionalsionismo para obligar a Israel a que emprendiera la tercera guerra mundial con su ataque a Irán el año pasado. Ahora U.S.A. no nacionalsionista, que todavía no ha decidido su ataque a Irán tras su fracaso de poner un gobierno títere también en Siria, ha tenido que tumbar la amenaza existencial que representaba un Egipto gobernado por los Hermanos Musulmanes y el dinero del contribuyente estadounidense ha financiado y causado estos dos últimos golpes de estado en Egipto quitando el abastecimiento del petróleo libio a China y liberando a Israel del frente sur egipcio en la guerra que pudiera emprender U.S.A. contra Irán de forma inminente si fracasan las conversaciones diplomáticas.
De nada le ha servido al fantoche de Mohamed Mursi romper relaciones diplomáticas con Siria recientemente para salvar el poder, U.S.A. con la compra del ejército egipcio se ha asegurado la no intervención militar egipcia contra Israel para defender a Hamas en Palestina cuando ésta intervenga militarmente de forma abierta contra el país judío. Desde Marruecos hasta Arabia Saudita ya está totalmente controlado y sellado todo para que nadie pueda ir contra U.S.A. en su conquista militar de la República Islámica de Irán, asegurándose todas las fuentes de abastecimiento de gas y petróleo de esos territorios tras el cierre del Golfo Pérsico de Irán en la guerra. Pero a U.S.A. le falta atar el cabo de Turquía, a pesar de los regates veleidosos en corto de su presidente Tayyip Erdogan, que va a ser decisivo si no lo hace para que pierda la guerra; este país euroasiático es el Caballo de Troya de Alemania y Rusia para que efectivamente U.S.A. no gane dicha guerra y que en principio no será atómica por la consecuente destrucción mutua asegurada.
Crisoldeltiempo.
© (Derecho en propiedad)