25 Abril 2014.

U.S.A. -en un clarísimo declive económico y ocaso de su colonialismo tras las derrotas militares de las guerras locales de Corea, Vietnam, Irak y Afganistán y con el consiguiente desprecio de la parte más afectada de su pueblo tanto por la pérdida de vidas del mismo cuanto por su arruinamiento- se ha visto forzada a dejar de un lado las guerras convencionales, directas y regulares a lo grande para dar paso a las guerras no convencionales, indirectas e irregulares a lo pobre e impotente mediante las actuaciones siguientes:

Desarrollando enormes campañas de desinformación para desvirtuar imágenes y situaciones adversas, ocultar sus actividades en paises a los que quiere doblegar y justificar el reforzamiento de sus unidades y actividades ilícitas y criminales más o menos encubiertas. Una parte importantísima de esta actuación de confundir a la opinión pública viene dada con la coordinación estrecha de toda la estructura de mando de la O.T.A.N. y otras naciones involucradas en las crisis que fomenta, patrocina y dirige el país norteamericano, donde su ejército y sus agencias de espionaje llevan el control de los engaños, distorsiones, alteraciones, manipulaciones e intoxicaciones que realizan.

También practicando las operaciones de desinformación con un manual codificado JP 3-13 en todas las acciones de guerra no convencional o irregular y en otras categorías de guerras indirectas; su Reglamento expresa que tienen como objetivo "influir, desestabilizar, corromper o usurpar el proceso de toma de decisiones del adversario". Estas misiones están bajo el control directo del jefe de turno del Comando Supremo Aliado en Europa, Autoridad esencial influyente para la credibilidad de la divulgación vía relaciones públicas y publicidad mediática.

A estas tareas desinformativas se suman todos los medios de comunicación y prensa como potentísimos altavoces de propaganda, que controlan al ciento por ciento el nacionalsionismo, reproduciendo filtraciones interesadas o falsas de fuentes gubernamentales, combatiendo las informaciones y opiniones de los escasos medios de comunicación contrarios y desacreditando o descalificando la opinión libre de los expertos y analistas internacionales más influyentes, relevantes y prestigiosos.

Finalmente combinando toda esta acorazada mediática de ataque con su intervención militar ya propiamente indirecta, a través de sus fuerzas de operaciones especiales del ejército, en actividades de entrenamiento de unidades locales tanto para la agitación, desestabilización, subversión y desmembración de las masas y órganos funcionales como para los golpes de Estado, la rebelión, la sedición, la acción armada, la represión y la eliminación del enemigo contrario. Y con su embargo económico-financiero y sanciones de todo tipo de ella misma y sus paises cómplices más o menos obedientes vía reparto de intereses la mayoría de las veces o vía coacciones si hubiera algún tipo de oposición y resistencia.

Venezuela, Siria y Ucrania, entre otros, son sus casos más evidentes, notorios y recientes sabiendo además de antemano que esas guerras las tenía también absolutamente perdidas. Pero todo le importa un comino con tal de seguir adelante con la ensoñación obsesiva de creerse que todavía es el ombligo del mundo.

Crisoldeltiempo.

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